martes, 1 de octubre de 2013

El Picu, siempre el Picu

                                                                                           http://lacuerdaescalada.blogspot.com.es/
           FACTOR HUMANO
         En casa y repasando las notas y fotos de la escalada, todo parece bastante más sencillo, pero en la realidad no lo fue tanto, fue mucho más difícil de lo que había previsto antes de iniciar esta nueva apertura. En el último comentario que escribía en este blog, algunas sensaciones acerca del Picu Urriellu, decía que ya no esperaba abrir más vías en la montaña, que ya no era posible ni probable volver a intentarlo, este fue el comentario después de la ultima apertura en la pared Este en vía, “Argentino y el Villareto”, abierta con Ramón Figueira, Octubre 2.011, pero una vez finalizada la ruta y en lo más alto de la montaña, las ideas cambian, van y vienen, allí recupero parte de la ilusión que había dejado en la cumbre del Picu al finalizar la apertura de la vía, “El Último Eslabón”, julio 2.009, durante aquella ascensión mi compañero también fue Ramón, ahora casi 4 años después de esa fantástica escalada, que curiosamente debería ser la última, de ahí viene su nombre, me planteo de nuevo esta apertura.   

    Hacía varios años que le había echado el ojo a esta enorme cicatriz, pero eran ideas remotas y lejanas porque aunque tuviera ganas, ya no me planteaba regresar, no al menos para intentar abrir nuevas vías. Pero tengo una gran debilidad por esta montaña y además soy algo flojo de memoria, así que de nuevo me encuentro en esta enorme pared, con esta última escalada, son 6 aperturas las que consigo en la vertiente Norte, curiosamente desde hace casi 20 años, nadie se acerca a conquistar ninguna de sus fisuras, la primera fue Nosferatu, 1980, allí estaban esperando para el que quisiera aventurarse, pero hace falta tiempo y muchas ganas. No es una pared tan atractiva como la Este o la Oeste, paredes limpias y seguras, por eso creo que los alpinistas pasan por la base casi sin mirarla, casi sin levantar la cabeza, no debe gustar mucho y pueden ser varios los motivos para ello: es una vertiente muy sombría y fría incluso en verano, muy ventosa y larga, tiene fama de estar rota y además si no conoces bien la montaña las escapatorias son complicadas, pero para mí, tiene justo lo que busco en una escalada: además de conocerla bien, por varios rescates que tuve que realizar durante años en la pared, tiene tranquilidad, muchos metros, es muy montañera, tiene sus dificultades pero sobretodo esta virgen. Esta ruta queríamos hacerla en invernal y lo intentamos, pero las condiciones no fueron las más adecuadas, finalmente decidimos al igual que la vía, “El Último Eslabón”, terminarla en verano y creo que mereció la pena esperar al buen tiempo.   

    También decía en comentario del block, que uno nunca se cree o hace lo que la cabeza le dice, al menos no quieres compartir sus ideas y obedeces más al corazón que está en equilibrio conmigo con mis ideas y mis ilusiones. “Factor Humano” era un viejo proyecto, que estaba esperando que le llegase su momento y creí que no llegaría, ya eran muchas rutas en la misma montaña y parecía excesivo continuar abriendo, también la falta de un compañero que pudiera acompañarme en la apertura, así que lo fui dejando por otras supongo que mejores, o peores, nunca se sabe.

                                               LA ESCALADA:
    Ahora y después de haber escalado la mayoría de las fisuras de la pared norte y conociendo la vertiente hasta el último rincón, me planteo de nuevo la escalada en esta fantástica pared. Podría decir que esta última es la mejor, la más cercana siempre lo es, pero lo cierto sí que es una ruta completa, mantenida, larga y difícil.  Factor Humano es una larguísima línea que supera la última fisura virgen que quedaba por escalar en la zona superior de la montaña de la vertiente norte, La escalada tiene cerca de 900 m., de recorrido total, y un desnivel aproximado de 650 m., tal vez mas, esto hace de nuestra escalada la de mayor desnivel de todo el Picu, hay que tener en cuenta que la ascensión se inicia en la parte más baja de la canal de la Celada, aproximadamente a unos 1.750 m. de altura. Con este recorrido, pasa a ser la escalada más larga, solo detrás de “Diosa Turquesa”, 1.100 m.

     La ruta tiene varias partes que hay que destacar y diferenciar. Los primeros 150 m., transcurren por una zona muy visible desde la base, directa y muy vertical, sobretodo los 4 primeros largos. El culín de Urriellu, es un desplome de entrada con una apariencia horrible, pero superados los primeros metros la roca gana mucho en calidad, aun así, hay que andar con cuidado, prestando atención en varios puntos.

    El gran canalón es un desagüe natural de la pared norte, allí el tiempo fue excavando la roca creando una chimenea lisa con pocas posibilidades de proteger. A pesar de su verticalidad, aquí se concentran dificultades asequibles, pero no hay que fiarse de su aparente facilidad, es un tramo técnico pero divertido de superar, escalada en chimenea técnica de oposición, la salida también en diedro/canal, con algunos puntos dignos de atención. La parte intermedia, otros 3 largos, es la más fácil y rápida, sin ser mantenida tiene algunos tramos complicados pero estos son aislados, en general siempre vamos por buena roca. Aunque hay tramos donde la roca esta suelta. Es una zona donde podemos ganar tiempo, pero también perderlo si nos equivocamos de recorrido. Le siguen otros 2 largos más técnicos por una fisura en diagonal que va hacia la izad., llegamos al “Jardín colgante”, un lugar para dejarse llevar por los sentidos, le sigue la cueva, bonito largo interior.
 
    Superada esta zona alcanzamos las terrazas de la vía Pidal, aquí también cruzamos la vía Nosferatu, algo más arriba también atravesamos la vira de la Chulze, difícil no hacerlo, este tramo también es muy rápido de superar y donde también podemos ganar tiempo al día y metros a la montaña, es el lugar idóneo si queremos abandonar la ruta en caso de complicaciones, lo mismo hacia la zona Este, como hacia el hombro Norte. Finalmente la parte superior que como todas las rutas de esta vertiente es donde se agrupan las mayores dificultades, es la traca final, en general la ruta es muy evidente, fácil de orientarse, con fisuras continuadas en una sucesión lógica de diedros, fisuras y canales, desde la misma base y que nos llevara a la cumbre del Picu Urriellu en una escalada elegante y sobretodo muy aventurera.

    La escalada fue efectuada los días 7/8 Agosto y 4/5 de septiembre de 2.012 y 18/19 de julio y 21/22 de Septiembre de 2.013, por Ramón Figueira, Rubén Suarez y Andrés Villar en unas 30 horas de escalada efectiva, tal y como queda, creemos que podría repetirse en 10 horas, con los tramos difíciles semi equipados y con algunas reuniones ya montadas que facilita la escalada. Tiene una dificultad de E.D.Inf, por varios motivos: la longitud y el desnivel que tiene, el grado de exposición, con algún tramo roto, sobretodo concentrados en la parte intermedia y que nos obliga a extremar las precauciones, 3º. La dificultad que encontramos repartida a lo largo de toda la ruta, sobretodo en la parte superior, pero también al inicio en el desplome de entada y en los largos, 1º, 2º, 4º,8º,9º, 11, 16, 17 y 18, por otro lado si no se conoce bien la vertiente norte, se podrían tener dificultades de escapatorias en caso de surgir algún problema.

                               RESUMEN DE LA ESCALADA:
    De entrada la ruta comienza con un potente desplome bastante complicado en dificultad y sobre todo por la apariencia horrible que presenta la pared, V+, 6ª+, “OJOen la entrada la calidad del terreno, esta será una de las dificultades que hay que tener en cuenta y algo con lo que tendremos que lidiar en algunos puntos de la ruta. La salida del desplome es sorprendente, parece más difícil de lo que es en realidad V+, protegido con un puente de roca natural, la reunión está instalada justo a la salida del desplome y en la entrada del canalón, este es el desagüe natural de la pared, un lugar protegido y sombrío pero un sitio muy cómodo, 1ª R. 20 m.

    La segunda tirada transcurre por el canalón en toda su longitud y sin apenas oposición ni dificultades reseñables, V, IV durante 40 m. 2ª R. continuamos el ascenso por la canal muy marcada pero más abierta, una placa de IV+, hasta el canalizo IV+ que nos lleva hasta la base de un pequeño desplome, V, su aspecto nos crea algunas dudas, pero es más fácil de lo que parece, una vez superado, de nuevo entramos en la canal IV+, hasta la 3ª R. 35 m. el cuarto largo continua vertical por la canal, esta vez más estrecha, V, V+, hasta encontrar un resalte 6ª, Aº, protegido con un buen puente de roca, la salida 6ª+, hasta alcanzar una pequeña repisa,  4.R. 20 m., ahora delante de nosotros se abre la canal y la progresión es más rápida, III+, IV+, IV, hay que prestar atención debido a la calidad de la roca en algunos puntos, 5ª R. 25 m., dejamos a nuestra izda., un techo característico, atravesamos en diagonal la vía Diosa Turquesa por un terreno fácil, III+, IV-, III+,  R. 6ª, 50 m. La ruta sigue en ligera diagonal por una zona de gradas, IV-, V, IV-,  hasta alcanzar unos bloques, R. 7º 40 m.

    El inicio del largo es por un terreno irregular, ir a la izda., dejando un marcado diedro justo delante nuestro muy roto, muro de V+ hasta que alcanzamos la fisura diagonal, muy visible desde la base de la montaña. Esta la recorremos en toda su longitud, en una escalada elegante, 6b, Aº, 6ª, V+, 6ª, que superamos en babaresa, hasta alcanzar una cómoda terraza, R.8, 50 m., salida directa 6b por un murete hasta llegar a la fisura V+, esta va ampliándose V, IV+ hasta convertirse en chimenea, con este largo alcanzamos la gran terraza al que llamamos “Jardín Colgante”, R.9º 20 m., el Jardín lo atravesamos en ensamble durante unos 30 m.

    Desde este lugar podemos dirigirnos hacia el espolón de la izda., durante 3 largos, salida más fácil, pero creo que hacer la cueva merece la pena el esfuerzo y algo de nuestro tiempo, justo en la vertical de la salida, que se ve perfectamente, iniciamos el ascenso, un spit nos permite superar el paso en Aº, hasta una pequeña repisa inclinada V+, V, una fisura que superamos en babaresa 6ª, durante varios metros, una vez en el interior de la cavidad, escalamos en oposición, con buenos apoyos, 6ª, V, IV, hasta salir al exterior, montamos la R.11, 40 m., muy cerca del espolón norte

    Nos dirigimos por la terraza Pidal hacia la izda., por la base de un desplome horizontal que nos obliga a ir en esa dirección para continuar la ruta más directa, hasta montar la R.12, 60 m., por un terreno descompuesto pero fácil II, en la vertical de las fisuras superiores, continuamos la escalada por un terreno delicado, con la roca mediocre donde hay que extremar las precauciones, se trata de un terreno muy fácil donde tan solo nos encontramos un paso de IV- , a la salida llegamos a las terrazas de la travesía Chulze, donde montamos la, R.13, 55 m. , continuamos en ensamble durante otros 20 m hasta la base del zócalo, montamos la R.14, 20 m.

    Una vez en la base del sector superior, vemos con detalle las fisuras que nos esperan más arriba, escalamos directamente una pequeña canal situada entre 2 lajas, IV-, por una placa de canalizos hasta llegar a la R. 15, 30 m., salimos directamente hacia la izda., hasta llegar al desplome “Galaico”, travesía 6ª+, ahora escalamos directamente hasta el pitón, 6b+, vamos bordeando el desplome por debajo del mismo en escalada artificial, hay buena fisura para intentarlo en libre, “ el que pueda “, A2, A2+, poco a poco vamos saliendo hasta alcanzar el muro vertical 6b+, llegamos al muro “Paranoia”, sin fisura que nos obliga a colocar varios seguros fijos, A1, y llegada a la laja con fisura “media luna” V+, antes de alcanzar la reunión colgada, R.16, 35 m., este largo es el clave de la ruta, donde se concentran las mayores dificultades.

    Salimos directos en fisura A1+, A1, A2, pequeña repisa antes de afrontar la travesía a dcha., a la sombra del desplome y que realizamos en babaresa invertida, a la que llamamos fisura “Testa ruda”, por la dificultad que encontré en colocar un fisurero, este sea tal vez el tramo junto con la cueva lo más bonito de la ruta, 6ª+, 6ª, 6ª+,  R.17, 35 m., la siguiente tirada es la más corta pero también tiene su miga, salida aparentemente ilógica en fisura hacia unos bloques en la vertical, cuando lo fácil sería ir de frente ya que tenemos una franca salida, pero que nos conduciría hacia la vía “Progresando en la vertical”,  afrontamos la “Panza de burro”, V, 6ª+, protegidos con varios puentes de roca, pequeña vira a la izda., V, para llegar a la fisura/diedro, A1/6b+, y salida a reunión de V. R.18, 18 m.

     Tenemos delante una fisura/diedro V+, algo más arriba se va abriendo V, un pequeño resalte IV+, poco a poco la canal se ensancha IV, III+, hasta la R.19, 40 m., un largo de transición fácil por la canal hasta una pequeña aguja que superamos en chimenea, IV-, alcanzamos la pequeña cumbre de este espolón III+,  R.20. 40 m., tan solo nos queda superar la canal de salida hasta alcanzar la cresta cimera, 80 m. de trepada fácil, desde aquí a la cumbre solo nos quedan poco mas de 100 m. “Colorín Colorado”

    Cada uno busca sus aventuras donde puede, pero el factor humano es quien dicta las normas y el momento, la forma y el lugar. Para mí el PICU, con mayúsculas fue y es la montaña perfecta, allí es donde encuentro mis mejores escaladas, mis mejores sensaciones, también donde aprendí a ser montañero. Durante mis años de rescatador también aprendes a comprender el dolor de un accidentado cuando lo vas a ayudar, pero también a sentir la satisfacción por haberlo hecho. Ahora sí que posiblemente sea la última ruta que intente abrir en el Picu Urriellu, ya no quiero plantearme nuevas aperturas aunque posiblemente podría hacerlo, pero de momento y como dice la chica del tiempo, “lo dejamos aquí”.

ANDRES VILLAR, “Villareto”

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