lunes, 25 de mayo de 2015

Un buen fin de semana

Y UNA LARGA ESPERA:
        Fueron 8 meses de espera para completar el proyecto de la Torre del Carnizoso, fue un largo invierno de por medio que dejo pocas alegrías y algún fracaso. Aunque espero recuperar y poner la guinda el próximo mes de junio durante la expedición prevista a los Andes, las rutas del Carnizoso poco o nada tienen nada que ver, ni en longitud, ni en dureza con lo que intentaremos en Perú, pero estas escaladas tienen dificultad y una buena calidad de roca en un gran ambiente alpino.  Dos de estas rutas ya fueron ascendidas la pasada temporada, pero esperaba el momento de finalizar esta ultima para publicarlas juntas.


        La pasada temporada no pudimos finalizar esta última ruta por falta de tiempo, pero en esta ocasión venia con la ilusión de completar la serie y dejar paso a otras escaladas y que estaban previstas para el día siguiente.


        Esta noche no consigo dormir bien, vueltas y más vueltas, ansiedad, algún ronquido que más parecen rugidos, seguro que yo también participo en la sinfonía, por fin amanece y me pongo a funcionar rápido para olvidarme de las actividades nocturnas. Después de la escalada en la tarde de ayer, hoy toca visitar la Torre de Colladetas, tan solo tengo una ascensión por su ruta normal, fue un frio día de niebla en el que apenas disfrute de su cumbre, hoy aunque la niebla invade el valle, al final despeja y la cosa pinta mejor ya que luce un sol maravilloso, no hace frio y voy con ganas enormes de escalar, también si fuera posible intentaríamos la Aguja de los Martínez, la aguja también  la escale hace tiempo pero no regrese a sus paredes hasta ahora.


Pablo señalando las 2 montañas ascendidas
        Ascendiendo la canal de la Celada, en la distancia podemos ver nuestro destino para la jornada, llegamos a la base de la Torre a las 09’30 h, que era la que intentaríamos primero, a simple vista parecía más complicada y prefiero tener este pico antes que la aguja, después el horario decidirá. Una fisura muy marcada por la vertiente oeste, ofrece una buena posibilidad, pero era un espejismo porque la cosa cambia al final de la misma, un muro vertical bastante difícil que hay que lidiar exponiéndonos a una buena caída, pero sale bien y sin más contratiempos extraños, alcanzamos la cumbre a las 11’30 h, con tiempo para disfrutar del día y del paisaje. Descendemos con la calma que da tener una nueva escalada en la mochila, aunque no era difícil, ni larga, era una nueva escalada, una nueva apertura.


        Eran las 12´00 h, iniciamos la nueva escalada a continuación, también por la vertiente oeste y a pleno sol, era una sensación muy gratificante, rodeados de nieve, escalando en camiseta de manga corta, pero la situación era engañosa, una suave brisa nos recuerda en donde estamos y hay que abrigarse. El primer largo es una fisura poco marcada y difícil de proteger, me recuerda que un accidente ahora podría dejarme en casa en junio, solo faltan 20 días para salir a los Andes y no quiero exponerme más que lo justo, pero aparenta más de lo que es y no fue tan difícil, travesía por una zona de pequeñas gradas y un muro que nos lleva directos a la cima después de dos largos.


        Fue un buen viaje, tres nuevas aperturas en tres montañas diferentes, no son grandes rutas, pero son una oportunidad diferente de alcanzar estos picos por nuevas líneas. Las escaladas fueron conseguidas con mi compañero Pablo Buceta Aguirre, para el fueron sus primeras aperturas, espero que la sensación le haya gustado. 

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